- Patty Ibarguren es una viajera de la vida especial. Su risa suena como campanas, irradia energía y ganas de vivir. La conozco de muy chiquita, y cualquier persona atenta puede ver una picardía natural en ella. De esas que sacan chispitas de los ojos y contagia ritmo al que la cruce. Esta ariana intrépida, es curiosa y se mueve de allí para acá por las calles de Buenos Aires en una bici de mil colores ¿O es ella que se los da?
Ya toda una Psicóloga, es una de las mujeres arrojadas que quería entrevistar y tener su opinión sobre el hecho de viajar. En que nos ayuda, en que nos cambia, en que nos modifica y porque puede ser tan transformador para una persona.
Patty, viajera incansable, mujer creativa si las hay, (dibuja y hace unos muñecos increíbles en papel mache) reflexiona en bolsodemano sobre la aventura que es viajar:
BDM: ¿Qué aspectos positivos pueden quedar en una mujer después de un viaje (en grupo o sola)?
Patty : Me gusto esta frase, “Un viaje habrá sido iniciático si anunció un nuevo tiempo y si lo externo devino interior, pero esto solo sucede algunas veces y esto solo se sabe a posteriori”
Para mi, viajar es un compromiso conmigo misma porque nunca sé de antemano como me transformará la experiencia. Me lanzo a una aventura que no sé donde me conducirá, pero nunca sin una inmensa esperanza y sin recursos. Creo que somos seres en constante construcción, y con cada vivencia, vamos creciendo en la transformación. Nunca somos los mismos. Somos en los vínculos, somos en las relaciones a los lugares y contextos. Somos en los viajes, con sus preparativos y también en los balances al regreso. Viajar es hacer espacio. Abrir y dejar lugar a que algo nuevo surja en mi, transformándome.“A quienes me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco”. Coincido con Michele de Montaigne. Se suele escuchar “necesito vacaciones”, “no doy mas,” “estoy cansado,” “quiero desenchufarme de todo,” y buscando dejar todo eso, vamos por algo que pocas veces se puede predecir.Por eso suelo sentir cada viaje como un empezar, un proceso. Se como me voy, pero no se como regreso. Y no se trata solo de irse lejos, o de irse solo. Existen múltiples modos de viajar, cada quien buscará los suyos. En una carta, Victoria Ocampo le dice a Maria Elena Walsh: “y en tu libro se viaja a todas partes. Y se viaja a todas partes porque las palabras que usas están siempre llenas de vida; nos arrastran a otro lugar de nosotros mismos que sale, deslumbrante, del olvido.” Le cuenta en esta misma carta que ha retomado “el viajar en libros” y que con su música le sucedía algo similar, “el caer en tu cantar era una compañía además de un viaje. Una restitución del poder creador de la niñez.” Ocampo, enferma en cama, viaja hasta su infancia y otros sitios y vuelve, con un libro o canción de Walsh como nave.
Algo resuena en el viajar a modo de conexión con nuestra esencia. Ese ser que pareciera adormecido en la rutina de la cotidianidad. Y el viajar nos despabila, nos zamarrea y nos despierta para conectar y reencontrarnos. Quizá sea esto lo que nos hace crecer del viajar, poder conocernos más en cada encuentro con nosotros mismos, dice Patty
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Un viaje es pausa y espacio que bien viene a la transformación. Somos nuestros viajes, somos nuestra experiencia.
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BSM: ¿Viajar nos ayuda a conocernos más?
Patty: Viajo buscando la mejor versión de misma. Además de buscar conocer otras personas, otros lugares y culturas, viajo buscando mi ser más auténtico. En los viajes pareciera que el hecho de estar corridos de nuestra rutina, corre también el velo que tanto nos pesa en nuestra sociedad, enmudeciendo inhibiciones. Y entonces el viajar, en sus múltiples expresiones se torna hasta, necesario; un modo de vivir y habitar este mundo.
BSM: Los viajes nos desinhiben…Algo que hayas vivido en un viaje que te hizo pensar esto en mi ciudad no lo hago ni loca. O que te sorprendiste a vos misma de animarte a algo impensado?
Patty: “Afuera no me conoce nadie, no me importa lo que dicen los demás, nadie me ve.” Pero nos estamos viendo nosotros mismos y eso no se deja en el free shelter del hostel, ni queda en la valija debajo de la cama. Eso va con nosotros a todos lados, porque eso que hacemos somos nosotros. Por eso, al imaginar qué cosas hice en viajes que en mi ciudad no haría, pienso que aquellas, no dependieron del lugar donde estuve sino de cómo estaba yo. Pero si ubico muchas cosas que hice en viajes y que considero que con esa única vez, bastó y sobró, como ser, volar en parapente, cosechar manzanas y kiwis, esquiar sin guantes, hacer dedo sola, tomar dos activias al hilo en un pueblo asiestado, entre otras tantas…
¿ Y a vos lectora/or (si, en este blog en ese orden) en que te enriqueció viajar?
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