Tuvimos una noche de San Valentín diferente con Pablo y todo gracias a Delta en Kayak, el producto que hace más de 15 años un docente y una periodista llevan adelante para acercar la naturaleza del Tigre a los demás.
La noche de San Valentín es una de las tantas experiencias que ofrecen bajo el cielo estrellado del delta y con el río Paraná como testigo. Porque además hay noches de luna llena y otras oportunidades para pasar una velada en este rincón soñado del Tigre. Pero esta fue la nuestra (la de mi amor Pablo y yo) y como fue una auténtica, original y divertida te la cuento acá.
Noche en el Tigre con Delta en Kayak
El punto de encuentro fue en un muelle sobre la calle Lavalle (altura 50) a metros de la esquina con el Paseo Victorica a las 8 de la noche. Allí en canoa nos buscó Fabián Redman creador y responsable de Delta en Kayak junto a su mujer Inés Ambrosini. Eramos 4 parejas, una de las del grupo fue con sus 2 hijas y nos subimos. Y en ese momento empezó todo, navegamos 15 minutos hasta la isla donde tienen el restaurant y la playa a orillas del Paraná. Nos esperaba una decena de mesas con arreglos de flores, botella de vino y mantel blanco. Un lujo asiático para el Tigre por eso vale más. Ni siquiera cuando una le da importancia a esas cosas. La música de fondo, el murmullo del río y las estrellas acompañaban la velada. El ambiente tan romántico como relajado y sus anfitriones con muchas ganas de que uno la pase bien. Y así fue.
Con una linda selección de música, y un tiempo prudente para bajar y adentrarse en el lugar empezó la noche. A eso de las 9 pasadas nos sentamos a comer en las mesas.
La entrada fueron unas ricas bruschettas y el plato principal un pollo a las hierbas con papas rústicas y ensalada coleslaw. Y el postre fue un volcán de chocolate y un flan con crema imperdibles. Para tomar se podía elegir entre cerveza, vino, agua y bebidas con gas.
El ritmo de paz y magia que tiene el Tigre a la noche es único. Por eso es un lugar donde se siente un refugio, un refugio del ruido, del ritmo acelerado e imparable de la vida urbana. Tener un momento allí, aunque no sean mucho más de tres horas, es reconfortante. Es romántico para una salida de a dos, y devuelve un equilibrio que a veces parece esfumarse.
La propuesta está bien pensada, bien presentada y es una salida, de las que quedan grabadas en el recuerdo y en el alma. El Tigre inspira al alma y en tan sólo una noche en la isla de Delta en Kayak esta flota alegre por el cuerpo.
Además de esta posibilidad de navegación nocturna y una rica comida allí en medio del Tigre, la empresa ofrece paseos en kayak o canoa, clases en kayaks dobles o triples de travesía, almuerzos. Los requisitos más importantes es saber flotar y tener movilidad en el agua.
Para saber todas las propuestas en detalle, su web es www.deltaenkayak.com.ar
WS (011) 15 2471 5050 ó cel (011) 15 4075 9975