Estuve invitada por NeuquénTur a la 7° edición del Encuentro Bioceánico Hispano Latino de Gastronomía que se hizo en Neuquén y el sur de Chile. El evento reunió a más de 60 cocineros de la patagonia argentina, de Chile y de Perú, y a más de 30 medios de comunicación de esos mismos países durante los últimos cinco días de abril. Los ejes principales y de intercambio para su realización son la gastronomía, el turismo, la comunicación, y la educación.
El viaje arrancó en San Martín de los Andes, donde varios de los periodistas, bloggers de viajes y chefs nos encontramos para que Carlos Snaimon, el ideólogo y fundador de Enbhiga, nos explicara el trayecto que estábamos a punto de hacer. La salida arrancó en el bellísimo lago Lácar de esa localidad, donde hicimos fotos y tuvimos una especie de largada de esta aventura gastronómica.
San Martín de los Andes
La Costa del Pueblo, fue nuestra primer parada, donde almorzamos con una vista espectacular al Lácar. Es un restaurant-confitería sobre Avenida Costanera y Obeid, con décadas de historia ya en SMA, donde comí un goulash de ternera exquisito con puré de papas. Vale la pena conocerlo por su ubicación, atención y ventanal. Su dueño Pablo Fernández nos dio la bienvenida, y el puntapié inicial de Enbhiga Cordillera de los Andes.
Chocolatería Mamusia fue una visita muy bien elegida porque se trata de la primera fábrica y casa de chocolates de la ciudad (yo ya la conocía de un viaje personal)- Allí es legendaria. Su antiguo dueño, el polaco Tatush, la describía como una “cocina de chocolate”. Estuvimos conociendo el proceso de producción del producto, charlamos con los chocolateros y probamos esas delicias que hacen.
Aprovechamos también una visita al Museo Municipal Primeros Pobladores, en el centro cívico de SMA. Las piezas que exhibe, son de gran valor histórico por su antigüedad y estado de conservación. Las mismas testimonian distintos hechos del pasado regional. Hay una segunda sala donde se cuenta la historia más reciente del lugar, cuando la localidad empezó a crecer. Los primeros años la describen como una colonia pastoril, para pasar también a tener importancia en la industria maderera y finalemnete volverse una ciudad relevante para la industria turística.
Junín de los Andes Esa tarde nos llevaron a Junín de los Andes, para visitar el parque escultórico Vía Christi, una belleza de rincón natural intervenido por la mano del escultor porteño Alejandro Santana, quien hizo 23 estaciones de la vida de Jesús representadas con rostros y figuras mapuches. El sentido es claro: conjugar los sufrimientos del Mesías Cristiano con el Pueblo Mapuche. Se trata de un recorrido emocionante, donde el artista invita a la reflexión de un mundo amoroso y cruel a la vez. El marco que le da el bosque del cerro de la Cruz es divino y luminoso. Hicimos algunas de las estaciones acompañados del propio Santana, un lujo de guía y otros integrantes de la dirección de Turismo de dicha localidad.
El Parque Escultórico Vía Christi cuenta con una confitería, y allí tuvimos una de las primeras intervenciones de los cocineros, y musicalizó la velada la violinista Florencia Schay. Entre los platos que probamos hubo cordero, tallarines con salsa de hongos, carbonara de ciervo, humitas en chala, peras asadas con reducción de jengibre, sopa de piñones y cazuela de pollo.
Después de semejante festín, volvimos para San Martín de los Andes, donde conocimos la cervecería artesanal Mesta Bar, allí probamos unas cervezas espectaculares y dimos fin a la noche. Ah me olvidaba! Tuvimos una demostración del mejor pizzero argentino, el neuquino Cristian Abarzúa, quien amasó y preparó pizzas para todos.
Pasamos la noche en la hostería Las Lengas, muy lindo lugar, donde dormimos y descansamos para estar listos para el jueves 27 de abril que partíamos rumbo a Chile.
Última Parada de San Martín de los Andes del ENBHIGA Cordillera
La última intervención fue en el lodge (es una hosteria y casas de montaña) Siete Flores, ubicado dentro del barrio privado RAITRAI , y que cuenta con una vista única al Cerro Chapelco, y está rodeado de un bosque de maitenes, cipreses, y radales.
Allí nos esperaba un desayuno espectacular con delicias regionales, y toda una feria de emprendedores de productos alimenticios: hubo chocolates (Mozzafiato), mostazas artesanales (Romero y Juliana), vinos y alfajores libres de gluten (Templarte).
Es increíble ser testigo de la tremenda gastronomía que hay en nuestro país, repleta de talentos y gente con muchas ganas de mostrar los sabores de sus lugares.
El Cruce a Chile desde San Martín de los Andes
Ese mismo día cruzamos al lado chileno, por el cruce fronterizo HUA HUM, a 42 km de San Martín de los Andes. Se comunica vía terrestre y lacustre con Chile, mediante Ruta Provincial (ARG) nro 48 y Ruta Internacional (CH) nro 203, para luego abordar el transbordador Hua Hum navegando por el Lago Pirihueico por espacio una hora y media hasta Puerto FUY, siendo la localidad más cercana e importante Panguipulli, a unos 30 km.
Atención al Público: de 08:00 a 20:00 horas, para lo cual se coordina con autoridades Chilenas.
El cruce en la barcaza no tiene desperdicio, se conoce por dentro la selva valdiviana y es un disfrute navegar por el lago de origen glaciario. Si pueden, ¡haganlo!
Chile
Nuestra puerta de entrada fue la Reserva Natural Huilo Huilo. Es un área protegida y privada de más de 100 mil hectáreas, en medio de los andes araucanos y en la comuna de Panguipulli, en la región de los Ríos. El hotel Huilo Huilo promueve el turismo sustentable como herramienta que defiende, valora, conserva y difunde su patrimonio natural y cultural. Tienen que ver lo que es la construcción de este hotel! El clima no es el mejor en esta época del año, mucha lluvia, así que hay que fijarse bien la fecha para no desilusionarse. Porque es momento de lluvias, pero aún así el paisaje es increíble.
En una sala de exposiciones tuvimos la primera intervención de gastronomía del lado chileno, y fue una locura. Nos recibió una pareja de bailarines chilenos que bailaron una danza típica de ese país. Y luego probamos platos: ciervos ahumados, longanizas de ciervo, deconstrucción de tomates, ceviches, flanes de choclo, carnes asadas, ribs a la barbacoa, entre otros bocados de locos, que tuvimos la suerte de probar allí.
Más tarde fuimos al Liceo People help People, una escuela pública de cocineros de excelencia. En ella estudian 1000 chicos, de los cuales 400 son internados. Ese día nos cocinaron y se lucieron con manjares típicos. Además de ofrecernos unos jugos de berries (fruto de la zona de Panguipulli) que en sus carteles describían como “refrescantes y antioxidantes”. ¡ La verdad que eran deliciosos!
Otra de las visitas en la que también tuvimos una degustación ese día, fue en la cervecería artesanal Sayka de la comuna de Los Lagos. Una empresa familiar con el lema de ofrecer “cervezas tradicionales tipo alemanas”, y allí probamos unas rubias y rojas deliciosas. Llevan poco lúpulo y tienen baja graduación alcohólica, para poder probar varias. El dueño Nicolás Sandoval nos contó cómo nació su empresa y el proceso de producción del lugar. El local es lindísimo, tiene una barra afuera muy canchera y la estética es genial.
Hicimos noche en Lanco, que está cerca de Valdivia, Pucón y Villarica, zonas turísticas del sur de Chile.
Quizás queden algunas paradas sin mencionar, aunque las que fueron más impactantes están. Porque el valor de este recorrido es haber combinado paisajes o lugares únicos, tanto de Argentina como Chile, con las intervenciones gastronómicas de profesionales y estudiantes de la cocina de ambos países, de Perú y de la cultura mapuche.
Una de las últimas noches en Chile, dormimos en la Comuna de los Lagos, en el complejo de cabañas Huinca Quiñay. Un lodge de una belleza única, con todas sus casas dando al lago Riñihue. Este es un lugar de una belleza inigualable. Si bien siguió lloviendo el paisaje es muy particular, y repito, se disfruta como sea.
Comuna de Puyehue en Chile
El último día que estuvimos en Chile fuimos a conocer el Auto Museo Moncopulli, la colección de autos Studebaker más grande fuera de los Estados Unidos. El lugar fue fundado por su dueño en 1995, Bernardo Eggers Reccius, un fanático de esa marca norteamericana porque dos de sus camionetas modelos 46 y 49, fueron en las que Bernardo aprendió a manejar cuando era chico. En el museo ya tienen más de 160 automóviles de época. El lugar está muy bien ambientado, suena música de los 50’ y hay cuadros alusivos a las décadas de los autos exhibidos. Hay también cámaras de fotos, juguetes, y hasta maquinaria agrícola vintage. Tienen además una pequeña tienda, donde venden remeras con la estampa de los autos, llaveros y abridores de cerveza.
El museo tiene confitería y tuvimos otra presentación gastronómica más. Fue el chef chileno José Edmundo Saldivia Natoch, quien cocinó esa vez. En el breve perfil que dio a modo de bienvenida, nos contó que había cocinado para 6 presidentes chilenos. Los platos que saboreamos allí, tengo que decir que fueron la perfección: carnes regionales. Hubo trucha, jabalí, y pato.
La frutilla del postre fue la intervención que organizó Enbhiga en el Hotel Termas de Puyehue, un establecimiento de 80 años de historia, que ofrece piletas de aguas termales y está dentro del Parque Nacional Puyehue. Imaginen la espectacularidad del lugar. Por años recibió a la alta sociedad chilena, y muchos de los presidentes de ese país, pasaron sus vacaciones allí. El hotel cuenta con piscina termal al aire libre, una semiolímpica y una techada. Por suerte nos pudimos bañar, y es verdad que es posible hacerlo hasta en la que está fuera a pesar del frío, porque la temperatura del agua ayuda a aclimatarse enseguida. El hotel Termas de Puyehue tiene 2 restaurantes y ofrece pensión completa. Por lo que ví también tiene kids club, sala de escape, sala de juegos, minigolf, y gimnasio.
En ese lugar fantástico tuvimos la última intervención en suelo chileno, y chefs de Perú, Chile y Argentina se pasaron con sus recetas. Allí se lucieron los chefs rionegrinos Pablo Quiven, Carlos Puricelli y Milka Iglesias. Entre los platos presentados hubo guiso con hongos y carnes, trucha orgánica con arvejas, cordero en albóndigas y delicias dulces.
Regreso a Neuquén
Nos volvimos el domingo 30 de abril por el paso fronterizo Cardenal Antonio Samore, un paso por tierra. La vuelta avanzó bien esa mañana, aún habiendo nevado. Hicimos los papeles correspondientes en migraciones y de vuelta en la combi, cruzamos a Villa La Angostura. Les recuerdo que con DNI (sin haber vencido) se puede viajar a Chile sin problemas.
En Neuquén nos recibió un día a pleno sol, tan luminoso como el viaje que habíamos hecho. La última parada e intervención de cierre del ENBHIGA Cordillera fue en el Centro de Convenciones de Villa La Angostura. Allí nos homenajearon con la mejor comida: una trucha al limón imperdible, un risotto de hongos de pino fabuloso, canastitas de peras con cerveza, albondigas, omelettes de hongos, rolls de canela, y budines de avena. Más una cerveza artesanal con más de 20 años en esa localidad, que probé y me encantó: la cerveza Epulafquen.
Y eso fue el Enbhiga Cordillera de los Andes, un intercambio de saberes gastronómicos, una marea de placeres hechos sabores de la cocina patagonia chilena y argentina, un desfile de los escenarios más bellos de Neuquén y el sur de Chile, una reunión de almas sibaritas y curiosas que pudieron ser testigos de un ensamble armonioso de nacionalidades y de mundos.
Gracias a Neuquentur nuevamente por dejarme ser parte de este maravilloso recorrido de 1300 km, durante 5 días gloriosos. ¡Y ojalá haya nuevas ediciones de Enbhiga!