La Boca, recorrido por un barrio emblema de Buenos Aires
Maguie Marlow, es una amiga porteña de añares, a quien conozco de cuando jugábamos al hockey en el club Los Cedros. Su infancia fue en Belgrano y vivió en Barracas unos años atrás. Pero su presente es otro. En 2011, esta socióloga de la ciudad de Buenos Aires, se mudó al barrio de La Boca. Y allí asentada vive con su amor Fran, y sus 3 chiquitos: Homero, Bernardita y Mercedes.
La situación de la cuarentena nos plantea estar mucho en nuestros lugares, sitios de todos los días. Pero a los que antes de que esto ocurriera les dedicábamos poco tiempo. Maguie, que además es una gran fotógrafa se prestó para contar el redescubrimiento que ella y su familia hicieron de los espacios de su vecindario. En esta nota comparte un circuito clásico e imperdible si uno pasea por La Boca:
El sur también existe y está bueno! por Maguie Marlow
Vivo en La Boca desde el año 2011 y antes viví dos años en Barracas, al fondo, bien al fondo. Muy cerca del viejo puente Pueyrredón por donde pasaron multitudes de trabajadores un 17 de octubre de 1945 y donde también sigue estando el tradicional restaurant “El puentecito”.
Siempre pienso que soy un poco una bicha rara, de vivir toda mi vida en Belgrano, con una vida orientada hacia “zona norte”, me mudé sola al barrio de Abasto, a la vuelta del Ciudad Cultural Konex, en el año 2006. Me acuerdo que las primeras veces que iba a la casa del quien por aquél entonces era mi novio, en Barracas, tenía una sensación de viajar, no sólo a un lugar que me transportaba como si estuviera en algún pueblo de la provincia de Buenos Aires, sino también de viajar en el tiempo. Hace tan sólo 10 años, y quizás todavía ahora, allí había almacenes, de los de campo, donde además de comprarte una leche podías comprar verduras o frutas y, si querías, tomarte una cerveza. Y eso era increíble, estando en plena CABA!
Así fue como conocí La Boca, barrio lindero a Barracas, y donde decidimos irnos a vivir con mi actual pareja y papá de nuestros 3 hijes, a una casa que de ninguna manera podríamos habernos comprado en otro barrio de la ciudad y desde la que tenemos una vista preferencial de la Bombonera, Puerto Madero, el río, etc. y, todo a 25 cuadras de Plaza de Mayo!
La Boca tiene, además de la Bombonera, club del que soy hincha casi desde que nací – tengo el carnet de socio de mi abuelo Pepe, a quien no llegué a conocer en vida –, muchas otras “atracciones” que hacen que sea un sitio turístico internacionalmente conocido. Estos días de aislamiento social, con mis hijos salimos a andar en bici y recorrer muchos lugares que habitualmente no frecuentábamos, ya sea por la dinámica que teníamos en nuestras vidas pre-pandemia (escuelas, talleres, clubes) o porque estaban tan llenos de gente habitualmente que, incluso, no nos daban ganas de ir ni durante los días semana. Fuimos varias veces a visitar el histórico Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, monumento histórico nacional, inaugurado en el año 1914 y uno de los últimos 9 puentes transbordadores que quedan en el mundo. Un datazo, luego de 60 años, ahora en septiembre se reinauguró (en este video se lo ve funcionando nuevamente) y se puede usar, e incluso subir con tu bicicleta.
Muy cerca de ahí, siguiendo la costanera por Av. Pedro de Mendoza llegas a Vuelta de Rocha, donde se encuentra, el Museo Benito Quinquela Martín, el Teatro de la Rivera – ambos cerrados por la pandemia-, Caminito y la Fundación Proa –también cerrada aunque puede visitarse y recorrerse una obra conceptual (“Molinete”) creada especialmente para la explanada de Proa por el artista Dan Graham. Seguramente, si nunca viniste, no vas a poder evitar darte una vuelta por Caminito y recorrer ese emblemático callejón de adoquines, meca del turismo internacional.
Si querés, podes seguir el recorrido por la por la vera del Riachuelo, caminando o en bici –Sí!, hay bicisenda acá también! – y, además de una vista increíble de los puentes y la desembocadura del río, vas a poder ver las antiguas barracas, hoy recicladas como oficinas o talleres de artistas.
En este recorrido, hay un barco hundido que fue sacado del fondo del Riachuelo, junto a muchos otros, gracias a la gestión de ACUMAR, que rinde homenaje a los trabajadores del puerto. Está restaurado e intervenido y a los chicos les encanta subir a jugar ahí!!!
Y si querés llevarte algo del barrio para seguir disfrutando en la semana o tener una buena excusa para volver, está la fábrica de pastas favorita de muchas personalidades “famosas” de nuestra cultura, Bologna, donde, entre otras especialidades, hacen ravioles de borraja.
Cuando la visito, siento que viajo en el tiempo, por sus mostradores y estilo “vintage”, es casi como cuando iba a la casa de mi abuela. También me recuerda a mi infancia y veraneos en Miramar, sus fábricas de pastas, sus carnicerías “de pueblo”.
La Boca tiene un poco de eso, es uno de los pocos barrios de la ciudad que aún conservan tradiciones y lugares “de otro tiempo”, que te conectan con nuestra historia, la de los inmigrantes que llegaban a Buenos Aires, y, por suerte, eso está todavía muy presente en el barrio.
Si te interesa leer más sobre recorridos por barrios porteños, te dejo un post anterior sobre el Botánico
Muy buen artículo, Maguie!! Me leyeron la mente… ayer Justo pensaba hace cuánto que no visto La Boca. Ya tengo el itinerario! Gracias y besos a las dos.
Que lindo mensaje Caro! y si, hay que recorrer esas bellezas de La Boca. Beso!!