Parque Nacional Talampaya, un imperdible del tesoro natural de la Argentina

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ElAscensor-Talampaya
Con los colegas en El ascensor, foto de Diego Díaz

El blogtrip al Parque Nacional Talampaya, que hice junto a Sir Chandler y a Jorge Gobbi, fue el leit motivo del viaje. Al parque fuimos el tercer día, y el lugar desde donde hicimos base para esa visita fue Villa Unión, nos quedamos en el hotel Cañon del Talampaya. La localidad donde paramos está a 55 km del Cañon del Talampaya y a casi 2 horas del Parque Provincial Ischigualasto. El día arrancó bien temprano, como tiene que ser, cuando uno visita un lugar de esta envergadura. Esa mañana conocimos y charlamos con el intendente del Parque Nacional Talampaya, José María Hervas, que es guardaparques y ya había estado en una  gestión anterior.

Los datos que hay que saber es que el lugar fue declarado Parque Nacional en 1997, en el 2000 la UNESCO lo declara Patrimonio de la Humanidad-y la zona se vio favorecida turísticamente con esta mención. La localidad de Villa Unión, se organizó con hosterías y hoteles, restaurantes y comercios que nutrieron al área para ser base de las excursiones al Talampaya, Ischigualasto y Chilecito, entre otros puntos interesantes. Como la menos conocida Laguna Brava, que está a 170 km de donde nos quedamos, y quienes han viajado ya por La Rioja la nombran como un punto obligado, tanto por la belleza del trayecto como por el lugar en sí. Quedará para otra visita porque esta vez no llegamos.

Desde allí por la Ruta 76 se llega al Talampaya y no toma más de 1 hora el viaje. Nosotros fuimos en combi pero es posible ir en auto por cuenta propia. Por el camino ya se deja ver el color rojizo y es posible cruzarse con loros silvestres del lugar. Son de un verde furioso y van de a cientos, es un contraste bello con los ocres del camino. La entrada del Parque y toda la infraestructura que vi me pareció atinada y de buen gusto, sin exagerar con construcciones ampulosas. Allí en la entrada, están visibles todas las excursiones y tours para hacer. Además hay bar, donde se puede almorzar, hay cosas dulces y tiene muy buena atención. Pero aquí dejo la web donde figuran los circuitos del Talampaya.

Los paseos, se realizan con una flota de vehículos y son acompañados por guías locales capacitados para brindar toda la información que el turista necesita.

Al arrancar la visita, nos saludó el guía Ramón Mendez, que es todo un personaje en sí mismo e hizo del recorrido un momento súper ameno y gracioso. Tenía, obviamente un picardía riojana que me hizo acordar a un ex presidente que ni lo nombro, porque dicen que da mala suerte. Él guía trabaja desde hace 24 años allí, y cuenta la información seria (sobre la importancia geológica del lugar) y sobre la dimensión del tiempo allí, donde vivieron los primeros dinosaurios. Se ven además grabados de arte rupestre y que hablan de civilizaciones de miles de años atrás que subsistieron allí. Se ven morteros hechos en la misma piedra donde ellos podían almacenar el agua, o las pinturas para su arte…

Lo primero que hacemos es subirnos al móvil truck, donde entran 20 pasajeros, y haremos el atractivo más grande del Parque, el Cañon del Talampaya. Sentaditos allí nos explica Ramón que seguimos el cauce del río Seco, donde haremos una serie de paradas; y bajaremos y subiremos del camión para hacer caminatas cortas hasta las distintas estaciones. Serán 13 km por el lecho del río. La vegetación es achaparrada, sólo llueve 100 ml al año, y los paredones rojizos alcanzan los 150 metros. Algunos dicen que es como pasear por el Gran Cañon del Colorado, pero en vez de por arriba por abajo.

La palabra Talampaya parece venir del kakan, y significa Río seco del Tala (árbol común de la zona).

Por el camino es posible ver maras, guanacos, ñandús,  o quizás algún zorro. Lo que también es impresionante es ver el vuelo de los cóndores desde abajo…Para quienes gustan de la fotografía significa un desafío poder captar un momento de su vuelo.

La primer parada es el circuito de los Petroglifos (donde vemos los grabados de arte rupestre) y se pueden distinguir imágenes de animales, las obras están hechas por los artistas en el lugar y se calculan que se aproximan a los 600 años A.C. Como los grabados están orientados a la puesta del sol, deducen que tenían un sentido religioso.

Volvemos al camión, que nos lleva a una segunda parada: el jardín botánico, una zona donde se concentra un muestrario de vegetación local. Terminada esta pequeña recorrida y explicación sobre las plantas, vamos a conocer las figuras que se forman dado el trabajo del viento y la erosión. Y este es el tesoro del Parque, distinguir una tras otra figuras en rojo, de un tamaño descomunal: la Catedral Gótica, el Monje, Caperucita Roja y otras genialidades u ocurrencias bien hechas.

Dentro del grupo de la excursión había una pareja de franceses, que estaban dando la vuelta al mundo; un padre y su hijo que se habían venido hasta La Rioja en moto ¡desde Río Negro! para festejar la recibida del hijo, un nuevo geólogo en el país.

Sobre el final de la recorrida al Cañon del Talampaya hay una sorpresa en la figura del ascensor, que no voy a develar acá- y el cierre fue con copa de vino torrontés incluido y aceitunas riojanas…en un brindis con todos.

Entre las excursiones es posible hacer alguno de los recorridos en noche de luna llena, previa reserva.

Los servicios están muy bien, el bar restaurant y su gastronomía, los baños, los vehículos, y los guías. La concesionaria del parque es la empresa cordobesa Volterra, que desembarcó en la administración del parque desde 2003, y que intenta renovar dicha concesión por estos días. Volterra fue responsable junto a la Secretaría de Turismo de La Rioja y el Ministerio de Turismo de la Nación de este blogtrip. Viaje que permitió a tres bloggers de la Red Argentina de Travel Bloggers conocer esta belleza de área protegida.

Este es para mi uno de los Parques Nacionales que ningún argentino o turista extranjero debiera perderse, es un lugar que deja una huella imborrable en aquel que lo visita. Al pisar este lugar, la majestuosidad del paisaje estremece y conmueve, los paredones rojizos y las geoformas que se ven aquí son una experiencia loca, diferente y bella por donde se la mire.

Este viaje tiene un primer post en donde cuento que hacer en la ciudad de La Rioja.

 

  • La foto de portada de este post es gentileza del fotógrafo Diego Diaz

 

 

 

 


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Acerca de Dolores Yomha

Soy Dolores Yomha, nací en Buenos Aires, Argentina. Trabajo en Radio, escribo free lance sobre viajes en revistas y este blog es de mi autoría. En el 2008, viajé siete meses por el mundo con otras 4 amigas a través del pasaje Vuelta al Mundo (Round The World) que comercializa una fusión de aerolíneas. Esa experiencia me ha hecho más feliz, más curiosa y porque no, más segura. La idea de este blog es compartir información de viajes pero también la inspiración por viajar (por más grande o pequeño que sea el destino). “El viaje es una especie de puerta. A través de ella salimos de la realidad”. Guy de Maupassant

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2 comentarios en «Parque Nacional Talampaya, un imperdible del tesoro natural de la Argentina»

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